"¡Puedes si crees que puedes!"

Virgilio y The Secret de Rhonda Byrne. “(…) ¡Puedes si crees que puedes! Sentenció Virgilio, el filósofo romano. La simiente fecunda necesita poco para crecer imparable de esplendor, como tus pensamientos sólo necesitan voluntad, su adorno más hermoso, para convertirse en más real. Lee ‘The Secret’, de Rhonda Byrne. Genera asombro la fe shintoista de aceptación de los regalos y catástrofes de la madre naturaleza. Y la tradición confuciana y pragmatismo donde prevalece la cohesión social del grupo sobre el yo. Ejemplo a imitar. Porque son las claves del renacer japonés de los escombros de los bombardeos nucleares, los terremotos y las crisis. (…) (pág. 321)

Aristóteles y la razón. “(…) Cierto es que existen razones que la razón jamás entenderá, magister dixit Aristóteles, dijo el filósofo griego. (…) (pág. 13)

El Oráculo de Delfos, Descartes, Sapiens y Darwin y Feuerbach de Marx. “(…) Desde el “conócete a ti mismo” (del Oráculo de Delfos griego) hasta el “pienso, luego existo”“Je pense, donc je suis”) de Descartes… manos a la obra en tu capacidad infinita de creación, ¿cuánto lograste en esta vida cambiar de ti deshaciéndote de prejuicios y atavismos milenarios? El pájaro duerme sin preocupación en las ramas del árbol. Pero Sapiens se atrevió a saltar de él para sentir de por vida un propósito: el progreso del ser humano en incesante ritmo de millones de años que auguró Darwin. Deja de sentirte perdido en el laberinto del tiempo. En la Tesis XI sobre Feuerbach, Marx aboga por la praxis, por dejar la contemplación y transformar la realidad. Evolución sin fin como lo es alcanzar y sentir el Amor ecuánime. ¿Por qué subes a las cumbres de las montañas? ¿Para alejarte de la tierra y acercarte a las nubes y los sueños? (…) (pág. 327)

Japón, el chino Mo Yan y Yanusari. “(…) Ese día, se le sentía calurosamente feliz a la muchacha. Había recibido una carta de su amiguito Òe Hikari-Kenzaburò, de Hiroshima. Ciudad bombardeada: vergonzoso holocausto atómico para desdicha de los Sapiens inhumanos. En el mueble del comedor vio ‘Grandes pechos amplias caderas’ de Mo Yan, ‘País de nieves’ y ‘El maestro de Go’ del japonés Yanusari, ambos Nobel de Literatura. La jovencita despeinada, pelo negro, se retiró dos ojazos de cristal de la cara y descubrió su nariz chata, salpicada de chocolate aún caliente. (…) (pág. 279)

Yin y Yang, Boz y Jakin y el templo de Salomón. “(…) –¿Feminidad en lo masculino? ¿Cómo se explica ese fenómeno? –inquirió una voz incrédula. –El Yin que se funde en un Ser único y completo con el Yang, según la filosofía Oriental. O la columna lunar Boaz (feminidad) y la solar Jakin (masculinidad) que sostienen el mítico templo de Salomón, símbolo de armonía en el Ser. –¿Parece un proceso revolucionario? –quise ahondar en la propuesta. –Crucial para la especie humana. Porque de la feminidad surge siempre la creación y la nueva vida. (…) (pág. 179)

K`ung-fu-tzu, la madre Tara, Srí Krsna y las Opulencias. “(…) De la sabiduría de K`ung-fu-tzu, un discípulo chino en la ciudad de Alicante, de aspecto delgado y sereno, mentalidad flexible como el bambú, le regaló una cena vegetariana y un parabién que corroboró mensajes que Jorge había ido recibiendo hasta entonces: “Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón.” En retiros con los milenarios sutras budistas, en Ontinyent con Paloma y Chelo, se sintonizó el ego amable de Jorge en los cuatro pensamientos inconmensurables: en la ecuanimidad, amor bondadoso, compasión y alegría-regocijo. Y el alma se recreó en la verdad y sabiduría de la madre Tara, de resplandeciente energía unificadora. Otras tardes, nuestro amigo nos reconfortó porque su corazón se había dejado penetrar por el Bhagaván o Srí Krsna poseedor de todas las Opulencias: el conocimiento, la riqueza, el poder, lo bello, la fama y la llave más liberadora: la renunciación. Nunca vimos a Jorge cargado de libros ni cartapacios. (…) (pág. 183)

Platón y el Mito de la Caverna. “(…) Desoyendo el miedo, en el caso de este niño. Un paso. Sólo un paso necesitaba Jorge -¡y lo dio como quien juega!- para de este modo descubrir el gran secreto de vivir, esto es el aprendizaje que otorga dos premios: el saber y la libertad. Eso sí, si has superado el mito de la caverna y las sombras. Así nos lo explicó Platón, pensador y filósofo en la Grecia Clásica. (…) (pág. 13)

“Sólo sé que nada sé”, del maestro Sócrates. “(…) –¿Aprendiste en ese sueño? –Al día siguiente, ahí empezó... Todo a mi alrededor, más y más personas, aún ocurre hoy, me llevan a la felicidad. Vivo, aprendo y siento con el corazón. En ese instante, abandonamos el camino y pisamos un huerto de naranjas, como si hubiéramos bajado de una nube, y decidimos regresar al ashram. Esa noche, cenamos caldo vegetal. Tras la velada en silencio, sentí el mensaje de nuestro amigo. Gracias a esas lágrimas, Jorge vive en la paz consciente, en elogio al maestro Sócrates, de que “sólo sé que nada sé”. (…) (páginas 185-186)

Gurús, ¡Om!, El Verbo, El Espíritu Santo y la Vacuidad. “(…) Los gurús, conscientes del “Yo Soy” en forma de luz infinita, se dirigen a su aspecto impersonal o al maravilloso sonido vocal“Om”, El Verbo en la transmutación budista, La Perfección Suprema o Espíritu Santo. Así lo ha visto Jorge en la sabiduría de un Swami que expande la luz de Surya y lo sintió Jorge en la Vacuidad, destreza para observar en ti y atajar las interpretaciones de tu ego insaciable. (…) (pág. 177)

Séneca, Maimónides, Averroes, Al-Arabi y Al-Gafequi en Córdoba. “(…) –¿Tú también gallega? –¡De Sevilla!–. Alzó las manos sobre su cabeza y dibujó rosas flamencas. –¡Macarena!, a buen seguro es tu nombre –supuso Gorka. –Macarena vive junto a la muralla. Yo, al lado de la puerta de Córdoba. –¿Conoces Córdoba? –preguntó Gorka, encantado por sus vivencias allí. –Viví allí en mi infancia, como Cervantes de niño en la Plaza del Potro. –¡Ciudad y embrujo! Cuna de Séneca, Maimónides, Averroes y Al-Arabi. –Del torero Manoletey el pintorRomero de Torres –dijo la mujer morena. –La Mezquita, Medina Azahara, la Sinagoga, el Puente Romano… ¡Qué fresquito el salmorejo! Exquisito como el gazpacho. –Gorka se relamió los labios, mientras recordó poesías de Antonio Gala y al genial cantaor Camarón. –Mi hermana va allá detrás. ¡Es la del jersey morao con el triángulo verde en el pecho! Nació el 14 de Abril. Mariana defiende la libertad, la ley y la igualdad. –Dijo muy orgullosa por los ideales de la pequeña de su casa–. Estudia Oftalmología y prepara la tesina sobre Al-Gafequi. ¡Lo suyo es el derecho y la política! Pero mi padre le prohíbe secundar las manifestaciones. ¡Ah! Ella se camufla entre las pancartas. ¡Qué parecido con Mariana de Pineda! Y Gorka las piropeó: –Sevilla y Córdoba ¡Encantadoras! ¡Ay Granada… la octava maravilla! La Alhambra… Pero si Macarena es otra, quién eres tú –preguntó a la joven. –Soy Hiniesta. Ya te dije que vivo en Sevilla; en la Puerta de Córdoba. (…) (pág. 312)

Antroposofía de Steiner y ‘The Mozart Effect’ de Campbell. “(…) Por ser lunes, de influencia lunar, la anfitriona lucía mallas violáceas. Lucrecia practicaba las terapias y métodos de la Antroposofía de Steiner, basadas en armonizar lo espiritual del ser humano a lo espiritual en el cosmos. –¡Avant! (¡Adelante!) –Le sonrió Lucrecia, con amabilidad esa tarde, cuando vio aparecer a Jorge en el jardín de la casa. Cerró el libro que estaba leyendo: ‘The Mozart Effect’ de Don Campbell. (…) (pág. 278)

Nihilismo. “(…) La errática afirmación nihilista, “Dure lo que dure… ”, arrancó la venda a Jorge. El otro camino conducía al compromiso que ni quiso Maya con él ni manifestaba querer con su joven objeto de deseo. Aconsejar estabilidad a alguien, cuando para nada la busca, es pretender que un muerto te sonría si le haces cosquillas en los pies. (…) (pág. 208)

(Ver la sección de Filosofía en el Índice anexo al final de la novela)

| Etiquetas | Comprar | Contacto | Política de privacidad